Luis Angel Cofiño

Opinión - Cine

Sección Ocho





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Índices




  1. 10/10/2009: Los sustitutos (ML)
  2. 26/09/2009: Malditos bastardos (L)
  3. 19/09/2009: District 9 (L)
  4. 29/08/2009: Año uno (L)
  5. 01/08/2009: Enemigos Públicos (ML)

  * *

10/10/2009: Los sustitutos (ML)

**

(Elegida de mutuo acuerdo)

Bueno, apetecía cine y se eligió ésta por descarte. Y mira tu que daba mal rollito, así, de primeras.

En un futuro próximo, la humanidad permanece tranquila en sus casas, libres de todo mal, mientras que, en las calles, se sirven de sofisticados robots controlados a distancia para vivir sus vidas. Digamos que el asunto viene a ser una especie de Second Life pero llevado a la vida real, vaya, hablando en plata. Y todo va sobre ruedas y todos son felices, hasta que dos agentes del FBI descubren que hay una forma de matar a los usuarios a través de los robotitos. Parece que la gente no está tan segura como parecía, después de todo.

Bien, vale. Aparte de la presencia de Bruce Willis, que ya de por si es una cierta garantía de pestiño, la película es más bien aburrida y sin aliciente alguno, especialmente para cualquier aficionado a la ciencia ficción que se precie. Con agujeros argumentales como casas y asunciones totalmente bobaliconas, a uno le es totalmente imposible eso que los aficionados conocemos tan bien: la suspensión de la incredulidad.

La lista de inconsistencias es larguísima, pero tampoco quiero avasallar ni tocar las narices más de la cuenta, pero venga, va, pongo sobre la mesa un par de ellas que me chincharon las narices especialmente:

Por ejemplo que se asume que la gente está feliz y contenta libre de enfermedades y accidentes por el hecho de estar en su casa mientras los robotitos salen a la calle. Asunción falsa donde las haiga, sin duda. Quedarse en casa, sin hacer nada más que estar todo el día con el ordenador tiene un nombre: sedentarismo, y es un hecho conocido y asumido que no es que evite muertes ni enfermedades, es que las aumenta con rabia, leches. Sin ir más lejos.

O por ejemplo, que ves que, como solo son robots, juegan con ellos lo que les da la gana y no les preocupa lo más mínimo que se rompan: se cambia por otro y ya está, no se le da ninguna importancia. A ver, señores, seamos serios, a uno le rayan un poquito el coche y se pone de una mala h***** que no te lames. Imagínate si te esgoncian un robot repleto de sensores, una maravilla técnica tan sofisticada que a día de hoy es imposible. Por el amor de Dios, ¿cuánto puede costar ese trasto?. Pues eso. Vamos, que si somos un poco coherentes, por tu robotito, MA-TAS.

Bruce Willis como el agente Greer, psché. Nunca me gustó Bruce Willis, me repatea ya desde Luz de Luna (aunque la Cybill Shepherd tampoco ayudaba mucho, la verdad). Bueno, pues en esta peli más o menos lo mismo: es Bruce Willis, ¿qué esperabas?, solo que quizás pone menos poses de chulo que en otras pelis, mira. Y eso siempre se agradece.

La agente Peters corre al cargo de Radha Mitchell, que hace un papel más bien de funcionaria (o estatutaria): está ahí, hace lo suyo, cumple con sus funciones, pero no esperes pasión ni alardes de creatividad interpretativa. Hace lo que le pagan y punto. Y no me vale la excusa de que interpreta a un robot, ¿eh?. Si son tan buenos que sustituyen a la gente normal, NO deben parecer robots.

Rosamund Pike como Maggie, la esposa del agente Greer, un poquito mejor. Ella sí pone bastante en el asador para transmitir la idea de un personaje frívolo e intranscendente que oculta un alma destrozada. Ciertamente, es un papel más lleno y por tanto más fácil de interpretar que el de Radha Mitchell, pero aún así tiene sus complicaciones (por ejemplo el riesgo de sobreactuar) y no le quita mérito a la actriz.

James Cromwell como Canter, el ingeniero ya retirado que inventó los robotitos, pues bueno. Supongo que James Cromwell tenía muchas facturas que pagar, para verse metido en esta encerrona. Porque es un actor bastante decente y otra explicación no tiene. El papel que interpreta es como el guión en conjunto: inconsistente, previsible y aburrido.

Bueno, y ya valió, que me voy calentando y no es plan. Como peli, no merece la pena, la verdad. Y como aficionado a la ciencia ficción, siento decir que es el tipo de películas que hace perder afición. Por favor, por favor, si no sabes muy bien si te gusta o no la ciencia ficción, créeme, créeme, esta peli NO la representa ni por asomo. ¿Fale?.

Hala, ya.

  * *

26/09/2009: Malditos bastardos (L)

****

(Elegida por mí)

Y sigo acumulando deuda...

Pero si he de ser sincero, la verdad es que Malditos Bastardos me daba muy, muy mala espina. Y todo por culpa de un trailer horroroso que no le hace justicia a la película. Al final me he llevado una agradable sorpresa, ya ves.

Bien, supongo que si digo "Tarantino en estado puro", no estaré siendo demasiado original, ¿verdad?. Seguramente se trata de la frase más repetida en la red para referirse a este film. Pero es que es una verdad como un piano, qué le vamos a hacer.

Los bastardos son un grupo de infiltrados, de proscritos judíos que, bajo mando de los yanquis, y tras las líneas enemigas, se dedican a matar alemanes sin piedad alguna. Supongo que a eso debería llamársele "comando", pero encaja mejor llamarlos directamente "salvajes", porque no se andan con chiquitas y buscan, no solo matarles, sino además aterrorizarles por sus métodos brutales.

¿El guion?. Bueno, a ratos excesivamente lento y recreándose en si mismo, pero sin duda interesante, especialmente por lo impredecible que resulta. Debo confesar que es una de las veces que un guión me ha pillado más desprevenido. Porque es osado hasta límites insospechados y al final todo acaba reduciéndose a una máxima muy propia de Tarantino: no esperes piedad para nadie. Y es que en esta peli sencillamente no puedes tomarte nada demasiado en serio, ni siquiera el más mínimo rigor histórico.

Aldo Raine, el oficial al mando de los bastardos, es interpretado por Brad Pitt. Normalmente me suele gustar bastante cómo actúa, pero no en esta película, lo siento: demasiado sobreactuado para mi gusto. Seguramente es lo que Tarantino pretendía, desde luego, porque la sobreactuación es tan marcada que es imposible que no se dieran cuenta, pero a mi no me gusta y ya está.

Todo lo contrario que Hans Landa, el oficial de las SS interpretado por el actor austriaco Christoph Waltz. Una interpretación magnífica y cargada de personalidad. A ratos también sobreactuado pero de una forma coherente con el personaje. De hecho, hay muchas escenas en las que él solito ocupa toda la pantalla y domina al resto de los personajes de manera totalmente convincente. Sin duda lo mejor de toda la película.

Shosanna Dreyfus es interpretada por la francesa Mélanie Laurent, de la que me gustaría hacer un par de apuntes. En lo físico, se trata de una actriz demasiado... bueno, demasiado rubia y de ojos azules para mi gusto, no se si me explico. De hecho, a primera vista parece el habitual tipo de belleza fría que no me suele gustar especialmente. Pero nada más lejos de la realidad: se trata de una actriz de tremenda expresividad, capaz de traspasar la cámara con una mirada de furia, de piedad o de miedo según le apetezca. Impresionante de verdad, si señor. Porque se las arregla para convencernos y darnos una idea exacta de los sentimientos de su personaje sin necesidad de decir ni mú, ni despeinarse siquiera. Bien, muy bien. De lo mejorcito de la peli, también, a solo un paso por detrás de Christoph Waltz. Entre los dos, se llevan un par de estrellas ellos solitos.

La actriz alemana Bridget von Hammersmark, que actúa como un agente de los americanos, es interpretada por la también actriz alemana Diane Kruger. Buen trabajo por su parte, ejecutando un papel convincente en el que ni se pasa de la raya ni se queda corta, en su justa medida. Y magnífica, la escena del estrangulamiento.

El soldado (y héroe de guerra) Fredrick Zoller está a cargo del actor español (mira tú) Daniel Brühl. Otro buen trabajo por su parte, sí señor. Sabe jugar con la ambigüedad del personaje, y consigue hacernos dudar de si es bueno, malo o a qué narices está jugando. Y si ahora te estás preguntando quién puñetas es Daniel Brühl, la verdad es que es virtualmente desconocido en España (la wikipedia le define más bien como "actor alemán de origen español", así que ya te haces a la idea del follón familiar que tiene detrás).

Magnífica también la aparición estelar del veterano Christian Berkel, interpretando a un cantinero que se ve metido en un "pequeño" jaleo de nada. Los teleadictos conocemos a este actor por ser el prota de la serie alemana "El Criminalista" (muy buena serie, por cierto). Y es curioso, porque debe ser la primera vez en su vida que a este hombre con cara de malas pulgas le ponen en una película repleta de nazis... y no interpreta a un nazi, sino a un cantinero francés. Tiene su coña, si señor. Y lo hace bien, claro. Los fans de "El Criminalista" no esperabamos otra cosa, ¿verdad?.

En líneas generales, una buena película. Entretenida, sorprendente, a veces brutal. Y sobre todo impredecible, uno no sabe nunca por dónde va a ir los tiros ni qué nuevo giro va a darse a la acción. Pero no me suelen gustar demasiado las transgresiones históricas, soy un poco maniático con eso. Y aquí hay transgresiones que un maniático como yo consideramos inaceptables, incluso en una peli de Tarantino, porque nos sacan de la película y nos escogorcian la famosa "supensión de incredulidad" que los aficionados a la ciencia ficción apreciamos tanto. Por eso le quito una estrella.

Pero no se la quito por la "excesiva" lentitud de algunas escenas, porque a mi entender eso no es del todo un defecto... a ver si te lo explico. ¿Has leído el Criptonomicón, la famosa novela de Neal Stephenson?. Si la has leído, ya está todo dicho, porque en numerosos pasajes la trama se para en seco y el autor empieza a contarte otra cosa que aparentemente no tiene nada que ver, simplemente para contarte algo que cambia tu perspectiva (o simplemente es interesante y nada más). Así que la novela avanza a trompicones, porque el autor se para, te cuenta otra cosa, te devuelve a la trama y luego te vuelve a sacar como si fueran un montón de anécdotas unidas por un fragil hilo conductor. Bueno, pues aquí es más o menos así. ¿Correcto?. Pues eso.

Y la verdad es que de eso no me quejo. El Criptonomicón es uno de mis libros favoritos, y Malditos Bastardos usa el mismo recurso estilístico con la misma maestría. Pero entiendo que a muchos espectadores les desconcierte y lo odien, porque es un follón difícil de manejar y de tragar por según qué lector / espectador.

En cuanto a las transgresiones históricas que no me gustaron, siento no poder ser mas claro, pero sería un spoiler demasiado gordo. ¿Vale?. Con todo, vete a verla y disfrútala, porque en mi opinión, la peli lo vale. ;-)

  * *

19/09/2009: District 9 (L)

****

(Elegida por mí)

Si no veo esta peli, me muero. Curiosamente, no me ocurre lo mismo con Avatar, que viendo el trailer me da un juju de la leche. Pero en fin, no nos disgreguemos na más empezar. :-D

Decía que si no veo esta peli, me muero. Y como suele ocurrir en estos casos, la película al final no llega a cubrir todas tus expectativas y acabas un poco decepcionado.

Y es que District 9 tiene un argumento realmente interesante, uno de los planteamientos más originales a la par que sencillos y elegantes que se han visto en el cine de ciencia-ficcion desde... bueno, desde Matrix. Pero al final, uno acaba con la sensación de que entre el productor, los guionistas, y el director, entre todos se liaron y acabaron rendidos a los pies del dinero fácil, con un desarrollo comercial, hecho por y para los efectos especiales y la adrenalina de un videojuego (supongo que pronto a la venta).

Con todo, al menos es una peli interesante que todo buen aficionado a la ciencia-ficción debería ver para poder sacar sus propias conclusiones.

El protagonista absoluto es Wikus van de Merwe, interpretado por Sharlto_Copley, un actor completamente desconocido en España. Principalmente porque es sudafricano, no norteamericano, con lo que se mueve en círculos completamente distintos a los que estamos acostumbrados. Bueno, si te interesa, resulta que la película es neozelandesa. Lo que tiene su coñita, porque es un pais bastante curioso: no solemos ver su cine, y si quieres saber dónde está solo tienes que mirarte a los pies (sí, son nuestras antípodas, no Australia como mucha gente cree).

Basta, que me disgrego otra vez. Hablábamos de Wikus van de Merwe, un personaje que para mi, sin duda, es lo mejor de la película. Wikus es... bueno, es un cretino, un idiota con buen fondo pero muy al fondo, al que las circunstancias han moldeado a su antojo y convertido en un fascista de tomo y lomo. Pero no por verdadera maldad, sino sencillamente porque en su vida no ha conocido otra cosa, y él, el pobre, es demasiado cortito para plantearse las cosas por sí mismo. Si tú, amable lector y seguidor de esta modesta web, resulta que eres también lector de mis libros, entonces quizás te resulte algo familiar, porque a mí me ha recordado bastante a Marta Santirso, la policía que narra los hechos en el (ejem) magnífico libro "Su cara frente a mi". Y se trata de un personaje bastante complejo de retratar para un actor, supongo. Y en ese sentido, debo decir que la actuación de Sharlto Copley es sencillamente impecable. Me ha dejado gratamente sorprendido, porque ha sido capaz de jugar con los sentimientos del espectador y de llevarnos desde la piedad, al desprecio, la repugnancia y la admiración hacia su persona. Todo de una tacada y solo despeinándose un poquito.

Interesante, muy interesante personaje. Y magnífica interpretación también, en resumen.

El resto de los actores (humanos) son a su lado meros comparsas que interpretan a la esposa florero, al empresario malo malísimo y cosas así. En cuanto a los alienígenas, están bastante bien hechos, aunque no perfectos, y uno no acaba de creerse su capacidad para dar saltos con esas patas tan de saltamontes. En fin, uno es un poco maniático con esas cosas, qué se le va a hacer.

Y dado que Wikus domina toda la escena hasta prácticamente anular al resto de los actores, permíteme que simplemente los ignore y me limite a decir qué me gusta de la película y qué no.

Me encanta el personaje de Wikus van de Merwe, supongo que eso ya ha quedado bastante claro. Me encanta el planteamiento y la ambientación al estilo documental de la película. La recreación de un guetto de Johannesburgo es realmente buena e incluso con la nave flotando encima y los alienígenas paseándose por ahí, todo parece muy real. Sencillamente un 10 en eso.

Creo que es una de las mejores historias de primer contacto que he visto en el cine. No es que haya muchas, tampoco, pero desde luego ésta se lleva la palma. El toque tragicómico de la nave flotando tres meses ahí encima hasta que alguien se decide a entrar, es sencillamente magnífico.

Pero no me gusta la ambientación en Johannesburgo. :-?

A ver si me explico. Me encanta cómo está resuelta la ambientación. Pero no me gusta que hayan elegido Johannesburgo, ni que lo hayan montado todo como una referencia tan explícita al apartheid. El truco es demasiado fácil, demasiado evidente y demasiado tramposo: de un plumazo consiguen provocar en nosotros todo la repugnancia que produce un ambiente xenófobo y racista con mayúsculas. Personalmente, me parece de mucho más mérito la ambientación racista y xenófoba que hicieron en la excelente película Hijos de los Hombres. Con todo, la verdad es que quieren meternos en Johannesburgo y lo hacen. Lo bordan, de hecho. Por eso me gusta y me disgusta al mismo tiempo.

No me gusta el papel que se asigna a los negros del guetto, traficando con prostitución y comida para gatos. Entendámonos, no tengo en nada con que un negro trafique con eso: por el hecho de ser negros no tienen por que ser buenos por narices. Y es que ser "buenos y malos" no tiene nada que ver ser "blancos o negros". Filosofías aparte, lo que no me gusta, en concreto, es que los a los negros del guetto, además de traficantes, se les asigne el rol de idiotas y supersticiosos. Vamos, es que solo les faltaba vivir en chozas y hacer vudú. No, hombre, no. Se puede ser un cabrón sin necesidad de ser idiota y creer en idioteces. No se necesitaba eso y resulta artificial y gratuíto.

Y no me gusta la resolución del argumento. A media película la cosa empieza a desbarrar y uno se teme que todo va a acabar resolviéndose de la forma más comercial y espectacular posible. Y así ocurre. Una pena, porque desmerece a la buena factura de la película y lo magnífico del argumento.

En fin, que lo dejamos en tres estrellitas y media. Tentado estoy de poner cuatro, pero la verdad es que no llega a merecerlas. Aún así, tienes que verla, no lo dudes.

  * *

29/08/2009: Año Uno (L)

*

(Elegida por mí)

Viendo el trailer, uno se imagina que esta peli va a ser una chorrada impresionante. Pero la experiencia del buen cinéfilo palomitero dice que algunas de esas chorreces resultan ser pequeñas joyas cuando vas a verlas. Un ejemplo que se me ocurre ahora a bote pronto es por ejemplo Paso de tí, una peli que prometía escabechina y resultó bastante entretenida.

Obviamente, no es el caso de Año Uno, que prometía bazofia, y bazofia resultó. Dios, qué petardez. El único motivo por el cual le doy media estrella es que la peli es bazofia, sí, pero en ningún momento pretende ser otra cosa ni hacerse pasar por nada que no sea simplemente lo que es. Lo digo por otros bodrios memorables que encima van de pelis serias, como la famosa Daredevil (famosa porque no paro de mencionarla, tal es el trauma que nos causó a mi santa y a mí).

Jack Black y Michael Cera interpretan a Zed y Oh, cazador y recolector respectivamente, que son dos amigos de una tribu perdida en la edad de piedra. Gracias a su torpeza e incompetencia, ambos se ven envueltos en un "pequeño" lio que lleva a la ruina a la tribu y hace que les expulsen. Juntos, buscarán la forma de ganarse el pan y descubrirán que el mundo es mucho más grande de lo que creían.

Vale. Dicho así, puede salir un buen guión. Pues no. El guión es casi inexistente y no deja de ser una sucesión de gags inconexos en los que pasamos sucesivamente por tribus en la edad de piedra, pueblos judíos de renombre bíblico, romanos y no se cuántas cosas más sin órden ni concierto.

Jack Black nunca me ha gustado, y esta peli no hace más que confirmármelo. Porque como actor es bastante limitado, y como cómico es mucho más cortito si cabe. Y "Año Uno", en conjunto, es Jack Black en estado puro, para qué quieres que te haga una reseña: tú solo piensa que su mejor idea de "humor" es hacer gestos obscenos en primer plano para buscar la risa fácil de ninios varones de 10 años (a esas edades, las ninias son bastante más maduras y seguramente ya no le pillarán la gracia).

En cuanto a Michael Cera, aparece en los carteles como si tuviéramos que conocerle de algo. Y al parecer, es conocido en su casa por alguna serie televisiva que no ha llegado a verse en España. Y también aparece en la película Frecuencia, que no vimos porque tanto a mi santa como a mí nos daba mucho juju. Wikipedias aparte, ni como actor ni como cómico destaca tampoco demasiado (aunque al lado de Jack Black incluso brilla en algún momento, pero es solo un espejismo fruto de la comparación). Salvo poner cara de despiste (eso lo hace bien), no le vemos hacer gran cosa más a lo largo de todo el metraje.

Olivia Wilde es mucho más conocida que Michael Cera (por ejemplo, te sonará un huevo si eres seguidor de la serie House). Y es mucho más guapa, también. Sin embargo apenas sale en los títulos de crédito mientras el Cera va en grande. En fin, supongo que uno no puede esperar mucha justicia en una cartel publicitario. Menciono este pequeño contraste, porque aunque no sea ninguna maravilla, es una actriz bastante mejor que Cera o Black, y sin embargo se ve relegada a un papel realmente corto en el que se las apaña como puede para levantar la mano diciendo "estoy aquí".

Juno Temple (Eema), por su parte, tiene el mismo problema que Olivia Wilde. Se trata de una mujer de gran belleza, aunque fuera de los cánones habituales (bueno, de hecho confieso que posee una belleza mucho más acorde con mi pervertido gusto que la de propia Olivia). Y desde luego es bastante mejor actriz que Black y Cera juntos: por ejemplo, es un poema la cara de desconcierto que pone cuando le explica a Oh que es una esclava. Con un papel limitado hasta el extremo, se las arregla para brillar un poquito hasta llegar a hacerle sombra a Olivia Wilde. Y a Cera y Black ni te cuento, porque a ellos se los pule directamente, por el pequeño detalle de que al menos tiene vis cómica, cosa de la que ellos carecen por completo (Olivia Wilde tampoco la tiene, pero al menos sabe actuar).

De hecho, el gag de Juno Temple y Michael Cera en el trailer (sobre todo la cara que pone ella) es lo único que me hizo arrastrar al cine a María y acumular otro horror en la cuenta de películas pendientes de pago que le debo a mi santa. Diossss, el día que se las cobre todas juntas. =:-O

Por mencionar a algún secundario más, también te diré que June Diane Raphael (Maya) es poco más que una farola puesta por el ayuntamiento. Guapa, sí, pero poco más que eso, sin capacidad como actriz ni vis cómica alguna que llevarse a la boca.

Algo mejor está Oliver Platt haciendo de gran sacerdote. Con un papel convencional, facilón y bastante poco gracioso, pero al menos aguanta el tipo y se esfuerza por no dejarse aplastar por lo insulso del papel.

Bueno y no me enrollo más, que supongo que ya vas captando la idea: una peli aburrida, en la que en algún momento tuve la tentación de levantarme e irme.

Mi santa es bastante más puñetitas que yo calificando las pelis, y habitualmente siempre pone una estrella menos que yo. Así que en ésta supongo que le saldrán hasta negativos.

Si te gusta el cine, no vayas, créeme.

  * *

01/08/2009: Enemigos Públicos (ML)

***

(Elegida de mutuo acuerdo)

Una película que prometía, mira tú. Y no cumple las expectativas ni remotamente. Una pena, porque tenía unos cuantos ingredientes para garantizar el éxito y al final le dejan a uno con las ganas, como diciendo: "¡Ah!, pero, ¿me vas a dejar así?."

Y te dejan, y te dejan.

Por un lado tenemos a Johnny Depp como John Dillinger. Oye, y bien, ¿eh?. ¿O es que alguien ha visto nunca a Depp interpretando mal un papel cualquiera?. ¿Verdad que no?. Pues éste tampoco. Cual hábil funcionario, si hay que poner cara tierna, se pone. Y si hay que poner cara de jop*ta, pues también, y casi sin cambiar de plano. Y lo borda, el tío.

Por otro lado tenemos a Christian Bale interpretando esta vez a un policía atormentado por un oscuro... Bueno, vale, tenemos a Bale haciendo el mismo papel de siempre. Polifacético, lo que se dice polifacético, no es, el chaval. Pero sabe hacer creíble un personaje atormentado y nos lo presenta por enésima vez. Mientras lo haga bien, pues ya está. Uno, que es un estómago agradecido y si las palomitas son buenas... (aunque la verdad es que la mayoría de las veces no lo son, tampoco).

La chica de la película es Billie Frechette, interpretada por la atractiva Marion Cotillard. Ella nos muestra a la novia de Dillinger, una mujer que sale adelante como puede con trabajos de mala muerte y se siente atraída por el lado salvaje del villano de la peli. Vale, sí, una descerebrada, pero ese tipo de mujeres las hay por doquier, qué se le va a hacer. Y Marion Cotillard hace bien de comparsa, consiguiendo darle un toque creíble y digno a la historia.

El papel de J. Edgar Hoover está a cargo de Billy Crudup, un actor que nunca ha sido de mi gusto. Pero de todo ha de haber en la viña del señor, claro. Por otro lado, la interpretación que hace de Hoover es tan manida y tan vista que uno ya no sabe si es que no lo sabe hacer mejor, o que Hoover era de verdad así. Así que no me pronuncio y acepto el papel como válido.

En cuanto a Charles Winstead, el policía que acabó cepillándose a Dillinger, es interpretado por Stephen Lang, un secundario de lujo que sabe hacer muy bien de tipo duro sin darse demasiado pisto. Un buen trabajo, desde luego.

Vale, y con todo esto, te preguntarás: "¿Y qué es lo que falla?". Porque hasta ahora no he parado de lanzar flores por aquí y allá, ¿no?. Bueno, pues lo que falla, a mi entender, es el guión. O tal vez el montaje. El director, en cualquier caso, que es el último responsable de juntar todos los ingredientes para que salga un buen guiso. Porque hay muchas formas de contar una historia, pero muchas, muchas, y la que han escogido es una de las más aburridas, la verdad. No hasta el bostezo, vale, pero aburrida de verdad.

Una lástima, porque es un montón de recursos y de pasta echados a perder con lo que debería haber sido una buena película. Y al final, es un tostón olvidable por completo. Como mínimo Johnny Depp no se merecía esto, porque el engendro no llega ni a las tres estrellas. Lo dicho, una pena.


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